15 may 2011

La clínica y la técnica en psicoterapia corporal


La clínica y la técnica en psicoterapia corporal
Por Miguel Angel Pichardo Reyes

Las psicoterapias corporales han carecido de desarrollos teóricos y clínicos importantes, esto, por otro lado, no significa que no lo tengan, sólo expresa el estado en cuestión del estatuto que tiene esta corriente-disciplina para fundamentar epistemológicamente su quehacer clínico y terapéutico. Este rasgo ateórico esta empezando a tener también sus carencias clínicas, pues cada vez más las psicoterapias corporales abandonan el laborioso y pesado campo clínico para huir al más relajado e intuitivo campo de la consejería y el desarrollo humano. Esto ha traído consigo un importante déficit en la formación de los y las nuevas psicoterapeutas corporales, ya que su formación eminentemente vivencial y experiencial desligado de un fuerte y profundo estudio teórico, clínico y metodológico, a puesto en circulación prácticas terapéuticas que solo acechan los síntomas con una parafernalia técnica que sorprende por sus respuestas emocionales. Esto sin contar que muchos psicoterapeutas sin formación psicológica y clínica llegan a realizar verdaderas iatrogenias en el tratamiento de pacientes psicóticos, border o con algún trastorno clínicamente significativo, que a la postre agrava el padecimiento del paciente.

Por esta razón quisiera poner sobre la mesa una cuestión que me parece fundamental en el momento de realizar una formación clínica en psicoterapia corporal, así como el tipo de prácticas psicoterapéuticas con pacientes, sean estas de tipo consejería, desarrollo humano o tratamiento clínico. Me refiero a la distinción de fondo que podemos plantear entre una clínica psicocorporal y una técnica psicocorporal, ya que hacer esta distinción nos permitirá evaluar los alcances de una intervención terapéutica, sea esta de tipo clínico, consejería o de desarrollo humano.

Actualmente existen muchos psicoterapeutas que practican la psicoterapia corporal, y más allá de la distinción de corrientes, escuelas y marcos teóricos referenciales, me parece importante distinguir entre el técnico psicocorporal y el clínico psicocorporal. Veamos esta distinción. El técnico es un administrador y operador de técnicas que integran el cuerpo, y que van desde el masaje y la danza, hasta ciertos ejercicios posturales y de expresión emocional. El técnico no sabe necesariamente de clínica, aún menos de clínica psicopatológica, psicodinámica, estructural, sintomatológica, psicosomática, etc. De esta forma el técnico puede llevar a cabo intervenciones puntuales de corte educativo o de apoyo terapéutico, lo cual sería distinto que la intervención técnica de un clínico, donde la técnica responde a un diagnóstico, el cual orientara y estructurará el programa de tratamiento. No es que una sea mejor que la otra, sin embargo es importante diferenciar entre la intervención técnica de un clínico y la intervención técnica de un terapeuta no clínico, pues esto ayuda a clarificar también muchos aspectos de fondo, tal como lo es la propia definición, objeto y fundamento de la psicoterapia corporal.

Podemos distinguir ahora si entre una psicoterapia corporal propiamente dicha (clínica, ya sea individual o grupal) y una técnica psicocorporal utilizada en otro marco terapéutico (p.e. Guestalt, o en ciertas terapias alternativas con la utilización de técnicas psicofísicas) o educativo (p.e. técnicas lúdicas que utilizan el cuerpo).

Entonces ¿qué es la psicoterapia corporal y quién es un psicoterapeuta corporal? Pregunta difícil y comprometedora de responder. No pretendo agotar, solo apuntar algunos criterios que nos permitan diferenciar, y no demeritar una u otra. Entenderé por psicoterapia corporal a aquel sistema clínico y práctica terapéutica que plantea un vínculo particular entre los procesos mentales y el cuerpo, ya sea en cuanto a la explicación clínica de los trastornos y malestares, ya sea en el tipo de intervención técnica donde se realiza un trabajo sobre y con el cuerpo del paciente. Esta aproximación plantea un problema al hablar del vínculo particular entre los procesos mentales y el cuerpo, ya que este punto representa el núcleo de las diferencias entre las escuelas y corrientes en psicoterapia corporal.

Esta diferencia ha sido marcada por el nombre de Wilhelm Reich, precursor de la psicoterapia corporal. A partir de él es como se ha hecho una clasificación un tanto arbitraria entre terapias reichianas, neoreichianas y posreichianas, o simplemente no-reichianas. Las primeras tres van a mantener una posición con respecto a Reich. El primero se va a adscribir a aquello que podríamos llamar el “paradigma reichiano” (análisis de las defensas y resistencias, resolución transferencial, clínica psicoanalítica, estructuras de carácter, coraza caracterológica, unidad funcional del cuerpo y la mente, masaje reichiano, etc.).

Los neoreichianos y los posreichianos resultan un tanto difícil diferenciarlos, puesto que los neoreichianos aceptan algunos principios del “paradigma reichiano” pero modificado sensiblemente e integrado con otras perspectivas clínicas y técnicas, aquí entraría la bioenergética de Lowen y la core-energética de Pierrakos, mientras que los posreichianos tendrán el referente de la figura y algunos elementos teóricos de reich pero sin suscribir su paradigma, integrando diferentes teorías, perspectivas y técnicas provenientes de otras corrientes y escuelas psicológicas, hasta de tradiciones espirituales y culturales. Estos últimos pueden caracterizarse por realizar una psicoterapia sui géneris pues no hacen propiamente clínica, sino sobre todo desarrollo humano y transpersonal.

Dentro de los no-richianos nos encontramos con psicoterapias corporales provenientes de otras escuelas clínicas que no retoman a Reich, pero que cuentan con una base teórica y clínica bien fundamentada, aquí estaría la psicosomática, la psicoterapia corporal analítica, la biodinámica, entre otras.

De esta forma un psicoterapeuta corporal es sobre todo un clínico que realiza intervenciones técnicas en psicoterapia y que cuenta con un bagaje teórico y metodológico de alguna corriente, escuela o autor, sea este reichiano o no.

Un terapeuta u otro profesionista que emplee técnicas psicocorporales no es propiamente un psicoterapeuta corporal, puesto que éste no cuenta con un paradigma epistemológico desde la psicología que proporcione un marco teórico, clínico y metodológico, sino que únicamente sostiene una “visión integral del ser humano” y aplica ejercicios que incorporan al cuerpo a través de diferentes medios y tiene un impacto beneficioso sobre la persona. Esto hay que recalcarlo porque recientemente el campo de las psicoterapias corporales esta siendo infiltrado por creencias culturales, religiosas, espirituales, esotéricas y filosóficas que los colocan en la misma categoría que la ciencia y la clínica. Un ejemplo de esto es realizar diagnósticos clínicos utilizando la cámara Kirlian para diagnosticar a través del aura, o de la iris, o a través de la clariviencia, el tarot o el contacto con espíritus, nada más alejado de una postura sería, contrastada y fundamentada racional y científicamente. La cuestión no consiste en desvalorizar este conocimiento o sabiduría, sino el distinguir entre un tratamiento clínico de uno esotérico o alternativo.

2 comentarios:

  1. Ciertamente, la terapia psicocorporal requiere un desarrollo epistemológico propio así como un práctica derivada de sus orígenes.
    Lo más próximo a su naturaleza, según escribió Wilhelm Reich, se refiere a las leyes de la enería biológica, del orgón, a través de su manifestación afectiva que actúa dentro y fuera del ser humano y entre humanos.

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  2. Ciertamente, la terapia psicocorporal requiere un desarrollo epistemológico propio así como un práctica derivada de sus orígenes.
    Lo más próximo a su naturaleza, según escribió Wilhelm Reich, se refiere a las leyes de la enería biológica, del orgón, a través de su manifestación afectiva que actúa dentro y fuera del ser humano y entre humanos.

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